Por Waldo Mendiluza
París, 27 abr (Prensa Latina) En tiempos de la Covid-19 es difícil hablar de otra cosa, pero hoy en esta capital domina el fútbol, en vísperas del primer duelo Paris Saint-Germain (PSG)-Manchester City en las semifinales de la Champions.
Para muchos en la Ciudad de la Luz es el ahora o nunca para la tan ansiada como dilatada conquista de Europa y su «Orejona», y es que en los 50 años de historia del club rojiazul los parisinos no se han sentido con tanto derecho a sentarse en ese trono, en definitiva no debería ser tan difícil, pues con les Bleus llegaron dos veces a la cima del mundo (1998 y 2018).
En el distrito XV, el jubilado Pierre buscó y rebuscó en Le Parisien, sin soltar su carrito de mercado, porque quería saber si Marquinhos será titular mañana en el Parque de los Príncipes.
Capitán y pieza clave en la alineación capitalina, el todoterreno brasileño estuvo tres semanas fuera tras la lesión de abductores en la ida de los cuartos de final frente al Bayern Munich y su forma genera inquietud de cara al crucial desafío que representa la visita de la tropa de Josep Guardiola.
También hay un saltico en el pecho de no pocos aquí, pues demasiada gente dice que Kylian Mbappé partirá para el Real Madrid, justo cuando comienza a lucir imparable en juegos decisivos, y también por su salud, después de lastimarse la zona del cuádriceps el sábado en la Ligue 1 en casa del Metz, donde marcó un doblete.
Según el diario Lâ€ÖEquipe, la súper estrella de 22 años no tiene problemas, algo similar a lo dicho por el técnico argentino Mauricio Pochettino, quien parece que dirigirá mañana sin tener a cuestas un hospital.
Mbappé anotó cuatro goles ante el Barcelona en los octavos de la Liga de Campeones y lo hizo dos veces contra el Bayer en los cuartos, actuación que lo ratificó como el candidato ahora mismo de más fuerza para heredar la corona del reino del fútbol, que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo parecen cerca de ceder.
El francés forma una temible dupla de ataque con el astro brasileño Neymar, también con mucho brillo frente a los bávaros, tándem que para los entendidos inclina la balanza hacia el PSG en la Champions, con el respeto que merecen Kevin De Bruyne, Ilkay Gundogan y Riyad Manhrez, líderes de un City envuelto otra vez en una gran temporada.
Los aficionados quieren hacer lo suyo mañana, pese al encuentro a puertas cerradas por la Covid-19, y en ese sentido el Colectivo Ultra París llamó a pintar la ciudad de rojiazul.
Pongamos las banderas de la capital en las ventanas, vistamos la camisera de PSG y usemos pañuelos del club, todas las iniciativas son buenas para apoyar a nuestro amado equipo, convocó en un comunicado.
En la prensa el tema también es dominante, aunque con frecuencia para poner el duelo de semifinales en el contexto de la política o de las finanzas, al recordar que en la última década ambos equipos realizaron inversiones y fichajes multimillonarios.
La historia PSG-City favorece a los británicos, que en tres partidos europeos no conocen la derrota, dos empates y un triunfo, incluyendo la eliminación de los rojiazules en los cuartos de la Champions 2015-2016, con protagonismo entonces del estelar belga De Bruyne.
Pero nadie en la Ciudad de la Luz quiere reparar en ese detalle, todos prefieren soñar con una segunda final consecutiva en la Liga de Campeones -solo ocho clubes lo hicieron antes- y con una «Orejona» que el Bayern frustró el año pasado en Lisboa.